En el comienzo… si es que se puede creer que existió un comienzo, ví dos orbes flotando sobre el oscuro vacío. Eran dioses gigantescos, a quienes los Storytellers como yo llamamos WAKO.orbes, o MEGA.waks, para hacer justicia su tamaño infinito. Su forma esférica, es bastante parecida a los WAKOS.Wevos, ese primer nivel de evolución, dependiente, pequeño, ovalado y lizo. Tienen una supeficie macisa y brillante, que recuerda también a los WAKO.pper, de la tierra o sólido, WAKO.Moon, hembras plateadas, o SUN, dorados varones del gaseoso. Las Orbes son seres compresos en vastas placas cuadradas, en las que se sostiene a presión la gran energía Kámac, esa misma fuerza evolutiva que habita en todos nosotros. En mi viaje, podía ver el calor escapándose en vapores por las grietas.
Hay un rostro incrustados que sale de su interior; rostros sin nariz y boca, en los que sólo vemos unos ojos sumidos en el sueño reposando en paz del estado alpha. En uno de mis viajes de conciencia, luego de comerme un WAKO.head memorioso, pude ver a los MEGA.waks opuestos y complementarios, masculino y femenino, dorado y plateado, sólido y líquido, húmedo y seco. Estaban en suspensión conciente, en donde el Kámac se sostiene en orden, tranquilo. Reposan dormidos en su órbita dando vueltas como pelotas gigantes arrullados por una corriente circular, hasta que uno, lentamente se acerca al otro. Con otro WAKO.head (a los que también llamamos Cabezas.Clavas, o simplemente Clavas) vi la guerra salvaje de los dos MEGAS. Ya no eran estas esferas luminosas e inertes. Las placas se habían abierto por la presión del Kámac opuesto-complementario, para dar espacio a fortísimas y robustas cabeza, piernas y brazos. Y de estos últimos, letales espadas con forma de media luna o medio sol. Estában más cerca del evolution level-5, o WAKO.portrait. Habían mutado del WEVO redondo, al ser erguido de cuatro extremidades, de potencial reproductivo. De Orbes, a Guerreros Orbes, seres de cuatro extremidades confundidas en placas y armaduras.
Luego de discutirlo en profundidad y comparando muchas memorias con otros Storytellers, llegamos a la teoría que el Kámac se revuelvey se altera, cobra nuevas formas, muta, cuando se acerca a su opuesto. Los opuestos y complementos se necesitan para estar vivos. Está en su magia. Los dos WEVOS, eran ahora dos guerreros gigantes, hombre y mujer, sol y luna, oro y plata, en una lucha sin cuartel, dando vueltas vertiginosas por la órbita, chocando una y otra vez, iluminando la oscuridad en explosiones y chispas con cada golpe de espada, daga, y escudo. Esa fue mi visión.
No hace mucho tiempo, en el bosque de los Tótems, encontré un WAKO.head dorado y vi la explosión. Cuando mordí la Clava, desaparecí de mi mundo y el sonido me ensordeció. Fue la más grande de todas las explosiones. Era la secuela inmediata a la muerte en el combate de una de las Orb4es. Se abrió la fibra del gran oscuro en donde reposaban los MEGAS, y todo el Kámac comprimido dentro de uno, la hembra, ahora derrotada y decapitada, fugó de allí, y entró como un río vertiginoso a una nueva dimensión.
Es de este torrente caudaloso que nace el mundo de los WAKOS.
Otros storytellers lo han visto también. Sientieron, el grito de muerte, sintieron el estruendo de la explosión, el calor y el fuego en sus corazones, y cuando todo se hizo frío de nuevo, vieron el comienzo, si así se le puede llamar, de nuestro mundo.
Sólo cuando nos juntamos varios narradores, alrededor del gran Tótem, podemos decifrar estas historias. Cada uno encuentra una Clava diferente con un pedazo de la memoria, el recuerdo hecho materia del MEGA abatido. Es allí donde empezamos a construir como hilando una tela de miles de nudos, una red de recuerdos que configuran la leyenda, el mito, o la canción que llevamos tatuada en nuestra piel.